- La Comisión Séptima retomará en los próximos días las discusiones de la reforma a la salud, que busca transformar el modelo de aseguramiento vigente desde 1993.
- El gobierno justifica la propuesta en cuatro problemas estructurales (i) alta dependencia fiscal, (ii) modelo curativo versus preventivo, (iii) inviabilidad financiera de las EPS (iv) la integración vertical que ha debilitado la red pública.
- El nuevo modelo incrementará significativamente el gasto en salud de 5,9% del PIB en 2026 a 7,6% en 2036, con 96% de recursos concentrados en gastos directos para atención primaria y servicios de alta complejidad.
- Los aportes de la Nación se duplicarán en una década: crecerán de 44 billones en 2026 a 96,2 billones en 2036 (precios constantes 2025), aumentando la dependencia fiscal del sistema del Gobierno Central, pasando de una participación del 38,6% al 44,8%.
- Las proyecciones del aval fiscal enfrentan riesgos de subestimación. Los ingresos podrían reducirse por menor empleo formal, caída del recaudo de impuestos saludables por menor consumo, y limitaciones fiscales por la reestructuración del SGP, derivada de la Ley de Competencias. Los gastos en atención primaria y alta complejidad podrían superar las estimaciones, demandando mayores recursos en un contexto fiscal restrictivo.
- Si bien la reforma contempla mecanismos para subsanar la situación financiera de las actuales EPS, los recursos resultarían insuficientes ante la gravedad de la situación patrimonial de las aseguradoras. Se estima que, a julio de 2025, las EPS acumulan un patrimonio negativo de 12,4 billones, sin los registros de la Nueva EPS, que la Controlaría recientemente informó acumula 21,4 billones de pasivos a marzo de 2025, lo que supera con creces los 6,7 billones descritos en el aval fiscal.
Informe semanal
Aval fiscal de la reforma a la salud: mayores gastos y menos recursos
septiembre 22
de
2025
Equipo de investigación de ANIF bajo la dirección de José Ignacio López G.
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