El pasado miércoles 8 de marzo de 2023, el Silicon Valley Bank (SVB) anunció una venta masiva de activos de su portafolio para mantener su solvencia y poder responder a las necesidades de préstamos y retiros de sus clientes. Como consecuencia, en un solo día, sus acciones se desplomaron hasta un 60%, provocado la pérdida de más de USD$80.000 millones en acciones bancarias a nivel mundial. En esta entrega de nuestro Informe ANIF de la economía global, abordamos las causas detrás de la quiebra del SVB y el efecto domino que se teme pueda tener sobre la economía estadounidense.
Desde su fundación en 1983, el SVB ha enfocado sus servicios hacia el financiamiento de startups tecnológicas y empresas de capital de riesgo. Su rol como prestamista le permitió posicionarse como la decimosexta institución financiera más grande de EE.UU., siendo el socio bancario de cerca de la mitad de las compañías tecnológicas y biocientíficas del país. La planta de clientes compuesta por empresas había permitido al SVB contar con un alto nivel de liquidez. A finales del 2022, SVB reportó tener USD$209.000 millones en activos y USD$175.400 millones en depósitos, con una baja relación de préstamos sobre depósitos que le permitió al banco realizar grandes inversiones enfocadas en deuda pública (bonos del Tesoro en EE.UU.) a tasas de interés bajas.
