- El Presupuesto General de la Nación 2026 asciende a $556,9 billones (28,9% del PIB), de los cuales $26,3 billones dependen de la Ley de Financiamiento presentada recientemente. Sin su aprobación, el presupuesto se reduciría a $530,6 billones.
- Dicha Ley, una reforma tributaria en la práctica, busca recaudar $26,3 billones, principalmente a través de impuestos indirectos (IVA de 19% a la gasolina y el diésel, y mayores gravámenes a bebidas alcohólicas), eficiencias de la DIAN, un incremento a los impuestos al sector financiero, a la renta de personas de mayores ingresos y al patrimonio (con tasas más altas y un umbral más bajo).
- Una minoría de las medidas tiene sentido bajo la lógica de buscar balancear las finanzas públicas; sin embargo, el proyecto no reduce el déficit fiscal, sino que financia un mayor gasto, en un contexto donde el presupuesto ya crece a un ritmo difícil de justificar.
- Muchas de las propuestas son inconvenientes: desincentivan el ahorro y la inversión, limitan el crecimiento económico y podrían resultar ineficaces para garantizar el recaudo en el mediano y largo plazo.
- Ante la negativa del Gobierno de acompañar un recorte sustancial de gasto en el Presupuesto —que no pudo ser modificado en el trámite legislativo, esperamos que el Congreso rechace la Ley de Financiamiento.
- Los llamados a una política de gasto más austera no han tenido eco; por ello, la tarea de aliviar la presión fiscal vía recortes de gasto quedará pendiente para la próxima administración.
Informe semanal
Ley de Financiamiento: más sombras que luces
septiembre 15
de
2025
Equipo de investigación de ANIF bajo la dirección de José Ignacio López G.
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