Desde la pandemia la economía mundial se ha enfrentado a un sinnúmero de desafíos. Las distintas medidas implementadas por los gobiernos para controlar la propagación del virus han implicado fuertes disrupciones a la oferta de bienes y servicios. Mientras que en una economía cerrada esos choques se mantendrían en una escala local, en la economía globalizada de la que hacemos parte hoy en día los golpes se propagan como una cadena de dominós al caer.
El comercio internacional, en particular el comercio contenerizado, es uno de los termómetros que miden los choques económicos globales. Naturalmente, durante la pandemia el comercio sufrió duros reveces que llevaron al encarecimiento del intercambio internacional de bienes en el episodio que se conoce como la crisis de los contenedores. Entre 2020 y 2021 el costo de transporte de un contenedor de 40 pies pasó de US$2.500 a US$10.400, un nivel nunca antes visto. Lógicamente, el mayor costo en el principal medio de transporte de bienes se tradujo a un incremento generalizado en los precios a nivel mundial, siendo este uno de los principales impulsores del fenómeno inflacionario reciente. Sin embargo, durante los últimos meses el costo de mover un contenedor parece haberse normalizado, alcanzando la semana pasada niveles cercanos a los US$2.600. ¿Llegó a su fin la crisis de contenedores? En esta nueva edición de nuestro Informe ANIF de la economía global respondemos esa interrogante y analizamos las implicaciones de un comercio internacional normalizado para la economía mundial.