- Los aranceles recíprocos impuestos por la administración Trump bajo la consigna “America First” han elevado las tensiones globales.
- Tras un período de normalización inflacionaria post-pandemia, surgen nuevas presiones en el nivel de precios en varios países, reflejadas en incrementos sustanciales por la importación de productos.
- En ese sentido, Colombia enfrenta un doble impacto: encarecimiento de insumos importados y presiones cambiarias que elevarían el costo de vida de los hogares. Por ejemplo, el país depende de productos estadounidenses como el maíz, esencial para la industria avícola y porcícola nacional, elevando riesgos de inflación alimentaria.
- Producto del contexto global, la Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo en marzo las tasas en 4.25-4.5% y otros bancos centrales han anunciado frenar sus ciclos de recortes en próximas decisiones, sacrificando la normalización de la política monetaria ante el fantasma inflacionario que resurge con la guerra comercial.
- En ese sentido, los Bancos Centrales tienen una tarea mayúscula. Por un lado, frenar sus ciclos de recortes de tasas podría contribuir a controlar el incremento en los precios. No obstante, esas medidas tendrían un costo en términos de crecimiento económico, en un año donde el desempeño global apenas superaría en 0,1 puntos porcentuales el crecimiento del 2024 según el Fondo Monetario Internacional.
Informe semanal
Aranceles, inflación y política monetaria: el precio de la guerra comercial
abril 21
de
2025
Equipo de investigación de ANIF bajo la dirección de José Ignacio López G.
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