El 2022 fue un año de ajuste hacia la normalización de la actividad económica, después del colapso provocado por la pandemia de COVID-19. El crecimiento económico alcanzó un 7.5% anual, una cifra importante, pero que mostró una disminución al final del año, cuando se observó un incremento del 2.9% en el último trimestre. Al mismo tiempo, la economía enfrentó una aceleración de la inflación (13.12% anual)1, que se ha constituido en uno de los retos más importantes de política pública, por los efectos nocivos que tiene sobre los hogares y empresas.
El buen resultado de las cifras de crecimiento económico en 2022 se reflejó en una robusta generación de empleo y disminución de la tasa de desempleo. Se crearon cerca de 1.6 millones de nuevos empleos, al llegar a una cifra de 22 millones de personas ocupadas.