La necesidad de tramitar una reforma pensional es indiscutible y en ANIF lo hemos señalado en repetidas ocasiones. Las limitaciones del sistema actual, en términos de cobertura, equidad y sostenibilidad, ponen premura al trámite de una reforma estructural. Sin embargo, la reforma que presentó el gobierno no soluciona completamente esos problemas. Algunos los soluciona parcialmente, como el de la inequidad, pero en otros, como el de la sostenibilidad fiscal, aún hay mucho por resolver.
La reforma tal y como está planteada estaría más que duplicando el pasivo pensional, que de por sí hoy alcanza una cifra cercana a 110% del PIB1, y llegaría a representar 249% del PIB en Valor Presente Neto (VPN a 2070). De esa manera, se daría un fuerte golpe al ahorro, la sostenibilidad fiscal y se pondría en alto riesgo la posibilidad de pagar las pensiones futuras.